Crece la preocupación en el sector lechero por las medidas gremiales adoptadas por trabajadores de Conaprole, que podrían afectar la operativa de la principal empresa láctea del país y generar impactos en la cadena productiva y de distribución.
La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) resolvió en asamblea una serie de movilizaciones y paros parciales en rechazo a decisiones tomadas por la empresa, entre ellas el cierre de la planta industrial en Rivera y modificaciones en los turnos laborales en otras unidades de producción.
Desde el sector empresarial y productivo se advirtió sobre las consecuencias que estas medidas podrían tener en la recolección de leche, el procesamiento en plantas y la distribución a nivel nacional, en un contexto ya desafiante por el aumento de costos y las dificultades climáticas.
