Cargill destaca el potencial de la colza, carinata y camelina en la era de los biocombustibles

En un contexto de creciente demanda global por fuentes de energía renovable, los cultivos de colza, carinata y camelina se posicionan como una alternativa estratégica para el sector agropecuario.

La colza, conocida por su versatilidad, experimenta un notable crecimiento en el mercado. El cultivo, ampliamente demandado por la industria del biodiésel y para el transporte aéreo, ofrece una alternativa rentable y sostenible a los productores.

Carinata: Este cultivo invernal se destaca por su bajo consumo de agua, lo que le permite ser sembrado en barbechos sin afectar la calidad del suelo. La carinata es utilizada en la producción de biocombustibles de segunda generación con baja huella de carbono, destinados principalmente a la aviación. El valor de su grano ronda los U$S480 por tonelada.

Camelina: Esta oleaginosa, que también se adapta a las condiciones de sequía y heladas, se perfila como un cultivo energético con gran potencial en el mercado de biocombustibles. Su aceite es utilizado en la producción de biocombustible para la aviación, y su cultivo contribuye a la diversificación de la rotación de cultivos.

El desarrollo de estos cultivos se alinea con la tendencia global hacia la descarbonización de la economía. La creciente demanda por biocombustibles avanzados impulsa la producción de oleaginosas de manera sostenible, lo que representa una oportunidad para los productores y una contribución a la mitigación del cambio climático.

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