Andrés Nogueira, gerente Comercial de Nidera
El sector agrícola uruguayo atraviesa un momento de consolidación productiva gracias a la combinación de genética de vanguardia y un manejo agronómico cada vez más preciso. Según Nogueira, los resultados obtenidos recientemente no son casualidad, sino el fruto de una apuesta sostenida por la inversión tecnológica.
Uno de los datos más impactantes de la zafra es el rendimiento promedio del trigo, que ha logrado situarse en el eje de los 5.000 kilogramos por hectárea. Este número representa un hito para la agricultura nacional, elevando la vara de la eficiencia.
- Genética Adaptada: Nogueira destacó que las nuevas variedades de Nidera han permitido explorar potenciales de rendimiento que antes parecían inalcanzables en condiciones de campo.
- Sanidad y Manejo: El control efectivo de enfermedades y una fertilización ajustada fueron los pilares para que el cultivo expresara todo su potencial, incluso frente a variables climáticas cambiantes.
En cuanto al maíz, la tendencia es clara: el área de siembra continúa expandiéndose. El cultivo ha dejado de ser una alternativa secundaria para convertirse en un eje central de la rentabilidad y la sostenibilidad del sistema.
- Estabilidad en Maíces de Segunda: La tecnología en híbridos de siembra tardía ha brindado una seguridad al productor que antes no existía, permitiendo diversificar el riesgo climático.
- Expansión Geográfica: La frontera del maíz se sigue moviendo, incorporando nuevas zonas productivas gracias a materiales que se adaptan a distintos tipos de suelos y regímenes hídricos.
Para el gerente de Nidera, el éxito de la zafra radica en que el productor uruguayo es «un adoptador temprano de tecnología». Nogueira enfatizó que el acompañamiento técnico es vital para transformar una bolsa de semilla en un éxito de cosecha.