Con márgenes ajustados, la zafra de invierno redobla el desafío productivo

Especial para Cultivos de Invierno,
Escribe Francisco Ferrer

La campaña de cultivos de invierno en Uruguay arranca con una estructura de costos elevada, lo que obliga a los productores a alcanzar altos rendimientos para obtener márgenes positivos. Entre cereales y oleaginosas, la presión sobre los números es fuerte, en un escenario de precios internacionales inestables y con muchos sistemas agrícolas operando sobre campos arrendados.

Con el impulso de una cosecha de soja que dejó buenos rendimientos, los productores se lanzan a una nueva etapa en busca de capturar precios favorables. Sin embargo, el equilibrio económico del negocio exige resultados productivos consistentes y buena calidad del grano.

Según datos del equipo técnico de la cooperativa Sofoval, el cultivo de cebada arroja un margen bruto de US$ 963 por hectárea y un margen neto de US$ 106, con un precio estimado en US$ 214 por tonelada. Para alcanzar el equilibrio, el rendimiento necesario ronda los 4.000 kilos por hectárea. Las cifras se basan en campos propios, tarifas ajustadas de CUSA y precios de referencia en la posición diciembre de la Bolsa de Chicago.

En el caso del trigo, el margen neto baja a US$ 62 por hectárea, con un margen bruto de US$ 900. El rendimiento de equilibrio es de 4.200 kilos por hectárea y el precio de referencia se estima en US$ 200 por tonelada.

Del lado de las oleaginosas, la colza aparece como una alternativa prometedora. Con un precio estimado de US$ 457 por tonelada, se proyecta un margen bruto de US$ 914 y un margen neto de US$ 199 por hectárea. El rendimiento de equilibrio, en este caso, es considerablemente más bajo: 1.600 kilos por hectárea.

Con cifras ajustadas y mucha variabilidad de mercado, el foco de los productores estará puesto en la eficiencia técnica y el manejo agronómico, claves para atravesar con éxito una zafra que exigirá precisión en cada decisión.


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