Escribe Lic. Leonardo Bolla*
Dentro de un contexto definido por las condiciones climáticas adversas, el agricultor se la juega en la búsqueda de encontrar la mejor ecuación agronómica y comercial del negocio en la presente campaña de invierno.
Al tiempo de enfrentar una situación compleja de ansiedad y nerviosismo en las duras condiciones de la cosecha de soja y la siembra, la actividad es intensa y se desarrolla en forma prácticamente simultánea para ganar tiempo.
La combinación de diferentes factores complejos, con la fase climática de El Niño en debilitamiento y un escenario de precios de mediano plazo que tiene por delante un panorama menos inestable, se abre el camino para avanzar en procura de capturar kilos por hectárea.
Así surgen diferentes propuestas de las industrias malteras, la apuesta a la innovación en los materiales de trigo que fortalecen sanidad, calidad y producción del cereal.
En particular, Colza, Canola y Carinata generan alternativas para diversificar y contribuir a la estabilidad del conjunto del sistema, potenciando el mismo en su planificación estratégica y comercial en virtud de los valores que acompañan dichos productos.
Por otro lado, más allá de esta cuota parte que aporta el agricultor se hace imprescindible encontrar las soluciones para superar las limitantes que enfrenta la actividad en materia de seguros agrícolas, altos costos de producción e infraestructura carretera.
Se aguarda sin mayores progresos definir instrumentos de cobertura adecuados y apuntalar la imprescindible competitividad del negocio. Finalmente, las intensas lluvias destruyeron la camineria y reflejaron lo lejos que estamos de coordinar entre los gobiernos nacionales y locales con los actores privados.
*Director de Agromedios