Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inicia este martes 6 de mayo su reunión de política monetaria, en un contexto marcado por presiones políticas y señales mixtas de la economía.
Aunque el presidente Donald Trump ha instado públicamente a recortar las tasas de interés para estimular el crecimiento, los analistas coinciden en que el banco central mantendrá sin cambios el rango actual de 4,25% a 4,50%, vigente desde diciembre de 2024.
Las probabilidades de un recorte en esta reunión son mínimas: el mercado asigna apenas un 3,4% de chances de que la Fed reduzca las tasas, según estimaciones de Bloomberg.
La economía estadounidense ofrece señales contradictorias, con el mercado laboral se mantiene sólido, con una tasa de desempleo del 4,2% en abril y la creación de 177.000 empleos, superando las expectativas.
Por otro lado, el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo un 0,3% en el primer trimestre, y la inflación, aunque ha disminuido, se sitúa en el 2,3%, aún por encima del objetivo del 2% de la Fed.
Los recientes aranceles impuestos por la administración Trump han añadido incertidumbre al panorama económico. Estos gravámenes podrían presionar al alza los precios, dificultando la tarea de la Fed de controlar la inflación sin frenar el crecimiento económico.
En este escenario, se espera que el presidente de la Fed, Jerome Powell, mantenga una postura cautelosa, priorizando la estabilidad de precios y la independencia del banco central frente a las presiones políticas. La mayoría de los analistas anticipa que cualquier ajuste en las tasas de interés se postergará hasta julio o más adelante, dependiendo de la evolución de la inflación y el crecimiento económico.
