Especial para www.agromedios.com,
escribe Francisco Ferrer
El recrudecimiento del conflicto entre Irán e Israel vuelve a sacudir los mercados internacionales, generando aumentos en los precios del petróleo y los fertilizantes, así como una fuerte volatilidad en los granos, lo que tiene implicancias directas para países exportadores e importadores de alimentos y energía, como Uruguay.
Los temores sobre una eventual interrupción del suministro en el estrecho de Ormuz —pasaje clave por donde circula cerca del 20% del petróleo mundial— han llevado al crudo Brent por encima de los 89 dólares por barril, su valor más alto en lo que va del año. Esta suba también arrastra los precios de los fertilizantes nitrogenados y fosfatados, en su mayoría dependientes de la industria energética.
En el caso de los granos, el mercado de Chicago mostró jornadas de alta volatilidad, con movimientos especulativos tanto al alza como a la baja, en función del riesgo geopolítico y los flujos logísticos internacionales. La soja y el maíz operan con ajustes diarios bruscos, en medio de la incertidumbre global y las tensiones comerciales entre bloques.
Para Uruguay, este escenario genera un doble efecto: por un lado, podrían mejorar los precios de exportación de algunos productos, pero por otro, se encarecen los costos de producción por el aumento del gasoil, los fertilizantes y otros insumos clave.
