Medidas sindicales afectan el suministro de combustible de aviación en el Aeropuerto de Carrasco

Las medidas gremiales adoptadas por el sindicato de FANCAP desde el pasado jueves han comenzado a impactar el suministro de combustible de aviación, específicamente el JET-A1, lo que podría afectar la conectividad aérea en el Aeropuerto Internacional de Carrasco durante las próximas horas.

Desde ANCAP, el Directorio expresó su preocupación por la situación y calificó la medida como “desproporcionada”, considerando que se ha mantenido un canal de diálogo abierto con el sindicato desde la reciente asunción de las nuevas autoridades de la empresa.

En un comunicado, ANCAP informó que ya se han logrado avances en la búsqueda de soluciones concretas a diversos reclamos presentados por los trabajadores, y que existen instancias adicionales programadas para continuar negociando. Sin embargo, advirtió que varios de los puntos reivindicativos exceden las posibilidades presupuestales actuales, y se encuentran en análisis junto a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

La empresa lamentó especialmente la negativa del sindicato a otorgar una excepción para permitir el suministro del combustible JET-A1, tal como prevé la normativa vigente en situaciones de conflicto. Como consecuencia, ANCAP notificó a la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (DINACIA) para que las aerolíneas tomen los recaudos correspondientes de acuerdo con los inventarios disponibles en las distribuidoras.

Por el momento, el impacto se limita a la operativa del Aeropuerto de Carrasco, aunque se monitorea la evolución del conflicto de forma permanente. ANCAP reiteró su voluntad de mantener el diálogo con FANCAP y lamentó las molestias ocasionadas a los usuarios y operadores del sistema aéreo nacional.

Por su parte, fuentes gremiales señalaron que las medidas obedecen a reclamos vinculados a condiciones laborales y aspectos salariales, y que la intención “no es perjudicar a los productores, sino hacer oír sus demandas”. Sin embargo, admitieron que el conflicto genera efectos colaterales indeseados.

Mientras tanto, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social monitorea la situación e intenta acercar posiciones entre las partes para evitar nuevas pérdidas productivas y garantizar la operativa normal de la mayor industria láctea del país.

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