El precio del petróleo se mantiene débil en los mercados internacionales, arrastrado por una combinación de factores que incluyen señales de desaceleración económica global, aumento en los inventarios y una demanda que no termina de repuntar con firmeza.
Las expectativas del mercado sobre el valor futuro del dólar en Uruguay muestran una tendencia moderada. Según la Encuesta de Expectativas Económicas que releva mensualmente el Banco Central del Uruguay (BCU), la mediana de las proyecciones de los analistas ubica el tipo de cambio en $44,50 para fin de 2025.
Las respuestas relevadas van desde un mínimo de $42,75 hasta un máximo de $46,10, reflejando una visión relativamente estable, aunque con cierto margen de incertidumbre.
Al menos en el corto plazo, no se esperan movimientos bruscos en el precio del dólar, lo que otorga cierto margen de previsibilidad a empresas, importadores y consumidores.
La combinación de un petróleo debilitado y un dólar sin presiones alcistas fuertes plantea un escenario económico particular: por un lado, abarata las importaciones de combustibles y alivia costos para sectores productivos y consumidores; por el otro, limita la competitividad de las exportaciones al mantener una moneda local relativamente apreciada.