Francia e Italia bloquean el pacto hasta enero
La firma del histórico tratado comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que se esperaba concretar este sábado en la cumbre de Foz do Iguaçu, ha sido oficialmente postergada. La decisión surge tras la fuerte resistencia de Francia e Italia, cuyos gobiernos solicitaron más tiempo para gestionar las tensiones internas con sus respectivos sectores agrarios.
A pesar de que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva había lanzado un ultimátum recientemente —asegurando que si no se firmaba este año, Brasil desistiría del pacto—, el mandatario brasileño mostró una postura más conciliadora tras conversar con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Lula confirmó que Meloni solicitó «unos días» adicionales para convencer a los agricultores de su país y evitar consecuencias políticas internas. Ante esto, el presidente brasileño pidió a sus socios del bloque «tener paciencia por unas semanas, máximo un mes», fijando la nueva expectativa de firma para enero de 2025.
- Bloqueo Europeo: Francia encabeza la oposición, seguida ahora por Italia, debido al impacto que el acuerdo tendría en sus sectores agrícolas.
- Posición de la Comisión Europea: Ursula von der Leyen mantenía la esperanza de sellar el pacto este sábado, pero la falta de consenso interno en la UE forzó el retraso.
- Advertencia del Mercosur: Previo a esta moderación, el canciller brasileño Mauro Vieira advirtió que, de no concretarse el acuerdo, el bloque regional comenzaría a priorizar de forma inmediata a otros socios comerciales.
- Reacción regional: El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, ya había admitido que la postergación era una posibilidad real ante las dificultades de las últimas horas.
La cumbre de Jefes de Estado del Mercosur en Brasil, que originalmente iba a ser el escenario de la rúbrica, servirá ahora para que Lula plantee formalmente a sus pares sudamericanos la necesidad de esta prórroga técnica. Aunque el optimismo persiste en las cúpulas de la UE y el Mercosur, el mes de enero será crucial para determinar si el acuerdo más grande del mundo finalmente se hace realidad o si el bloque sudamericano decide mirar definitivamente hacia otros mercados.
