Leonardo Bolla, profundiza en los factores claves del agronegocio
La semana agropecuaria se caracterizó por un fuerte dinamismo en los mercados de granos y un reposicionamiento estratégico en los rubros ganadero y lechero. Los productores se preparan para la zafra de verano, marcando la pauta de lo que será la producción en los próximos meses.
El mercado internacional ha impulsado nuevamente a la soja, cuyas cotizaciones registraron una recuperación significativa, brindando un respiro y optimismo a los productores locales de cara a la próxima siembra de verano. La firmeza del precio en Chicago se traduce en un mejor escenario para la oleaginosa en Uruguay.
Por su parte, el cultivo de colza consolida su lugar como el principal rubro de invierno. Si bien la cosecha de esta campaña arrojó resultados dispares a nivel predial, la satisfacción general por la rentabilidad y la demanda asegura que el área de siembra se expandirá para la próxima zafra, confirmándola como una pieza clave en la rotación de cultivos.
La lechería atraviesa un momento histórico tras alcanzar un máximo de producción, una señal de la alta eficiencia y la inversión realizada en el sector. Sin embargo, con el ingreso al período estival, los tambos se preparan para enfrentar los desafíos propios del verano, como el manejo del estrés calórico y la alimentación, con el objetivo de mantener los altos niveles de productividad.
El rubro ganadero se mantiene en un estado de procura de equilibrio de precios. Tras un período de ajustes, el mercado se mueve con cautela. Tanto los precios de la hacienda gorda como los del ganado de reposición están en la mira de los operadores, quienes buscan un punto de estabilidad que satisfaga tanto a la industria frigorífica como a los productores, asegurando la rentabilidad de la cadena cárnica.