Lucía Camelo, técnica de barraca Erro
Con la mirada puesta en la próxima campaña, la soja se prepara para volver con fuerza a los campos, en un contexto donde el objetivo clave es ganar más volumen de kilos por hectárea. Luego de una zafra marcada por resultados alentadores, productores y técnicos apuntan a ajustar estrategias agronómicas y adoptar nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y la productividad del cultivo.
Los recientes encuentros técnicos y jornadas a campo han puesto el foco en la elección de variedades adaptadas, la planificación de siembra y el manejo integrado, como pilares para impulsar el rendimiento. La combinación de genética avanzada, prácticas sustentables y decisiones ajustadas a cada ambiente aparece como la clave para capitalizar el potencial del cultivo.
“La soja tiene margen para crecer en kilos por hectárea si se toman decisiones bien calibradas desde el inicio”, coinciden los especialistas. En ese sentido, el uso de variedades con mejor sanidad, mayor estabilidad y respuesta a diferentes condiciones de suelo será determinante, al igual que el control eficiente de malezas y enfermedades.
Desde el punto de vista comercial, si bien el mercado global continúa siendo volátil, la soja sigue siendo una opción relevante para las rotaciones agrícolas, con perspectivas favorables en términos de demanda internacional.
