Para el productor es más necesario seguir los mercados externos para tomar decisiones de acuerdo con sus números sin seguir relaciones muy complejas
Las fuerzas opuestas de la mayor oferta de soja y la menor demanda de China entraron en colisión en esta zafra agrícola, llevando los valores a los niveles más bajos de los últimos años, lo que replantea el escenario del negocio.
En la pre pandemia y hasta el año pasado, China incrementó sus compras de soja en el orden de 10% anual, pero este ritmo se redujo hasta llegar a la campaña 2024/25 con una caída moderada en las importaciones de la potencia asiática.
Al tiempo que los márgenes están lejos de cerrar a nivel internacional, en esta oportunidad, “los números de los principales países productores del mundo reflejan resultados magros que pueden impactar en una caída de área o menor producción en las zafras venideras”, dijo Paulina Lescano, analista sectorial.
En el mediano y corto plazo, hay una posición difícil y señaló la ausencia de “elementos contundentes que contrarresten los factores bajistas lo que hace que la “toma de decisiones transcurra en una forma más analizada para encarar este nuevo ciclo”.
Con estos valores actuales para la oleaginosa, previo a la siembra en Sudamérica la actividad transcurre sin riesgos productivos trascendentes, “pero falta pasar enero y febrero para determinar la producción de la región Mercosur. La baja de valores se puede compensar con expectativas de “buenos rindes” como uno de los factores principales.
La especialista sostuvo que es difícil esperar un despegue en los valores de los productos agrícolas, ya que gravitan factores de orden geopolítico como las decisiones que pueda adoptar el gobierno de Donald Trump a partir de enero.
En este contexto, resulta “impensado hace dos años que con los actuales conflictos geopolíticos los valores del crudo se presenten sin incrementos considerables, en síntesis, los mercados están “mutando y se adaptan a las nuevas realidades como el uso de sustitutos y la irrupción de las energías alternativas que compiten con los combustibles fósiles”.
